No hay lugar a dudas. La noticia de la semana es la de los recortes que se plantean a nivel de política social en España. Funcionarios que cobrarán un 5% menos y perderán un 5%+IPC de poder adquisitivo, pensionistas que perderán el IPC y verán como sus misérrimos sueldos en el 65% de los casos -menos de 800€- se ven congelados, la de las obras públicas que no se realizarán y con ellas, las empresas adjudicatarias y sus trabajadores que darán con sus huesos en las oficinas del Servicio Público de Empleo, al que le han cambiado el nombre para que parezca que es algo diferente al INEM.
Pero nadie habla de las otras medidas, de las importantes: mantener los tipos impositivos de las SICAV -Sociedad de Inversión de Capital Variable- en el 1%. Las SICAV son Sociedades Anónimas en las que las grandes fortunas suelen invertir, ya que gozan de una tributación fiscal increíblemente baja, que mantiene todo su capital e intereses generados a salvo de la colaboración al Producto Interior Bruto del país. Es absolutamente incoherente que un gobierno que se dice de izquierda, apueste por congelar el sueldo a los pensionistas, en su mayor parte enfermos y con rentas que no llegan a lo necesario para vivir dignamente en la mayoría de las ciudades, por bajar un 5% los sueldos de funcionarios, por dejar de construir carreteras o escatimar en medicamentos y amenazar con subidas del IRPF para masacrar a las clases medias, mientras se mantienen los privilegios de unos pocos, que tributan al 1% mientras la mayoría de nosotros con sueldos normales -¡bastante es ya tener un sueldo en estos tiempos!- tributamos como mínimo al 10%.
Es profundamente injusto e intolerable que sean las rentas más bajas, los que más han sufrido la crisis, los que han visto como sus compañeros -cuando no ellos mismos- se iban al paro, los que llevan años con la soga al cuello, con dificultades para llegar a fin de mes, y en crisis desde el momento en que empezaron a trabajar, con los sueldos más bajos de los países de la zona euro, y donde más horas se trabajan y menos rendimiento hay de la UE.
Por eso he titulado este post «Desmedidas», porque aunque todos sabemos que estamos en tiempos difíciles y que hay que tratar de gastar menos e ingresar más, lo anunciado va exactamente en la dirección opuesta a la que debería. Es preciso cambiar de modelo productivo, dejar atrás el ladrillo y apostar por nuevas fuentes de riqueza alejadas de una industria que difícilmente puede competir -por modelo- con las locomotoras del eje Manchester-Londres-París-Dusseldorf-Frankfurt, ni tampoco con las de Asia-Pacífico por precio. Habrá que cambiarlo buscando alternativas en los servicios, en la investigación, en las nuevas tecnologías. Habrá que aprovechar a la generación nacida entre 1975-1984, fuertemente preparada. Habrá que parar la sangría migratoria de estos profesionales y aprovechar su «savia nueva».
Un cambio de modelo no se hace en seis meses, ni en un año, ni en dos. Es un largo proceso, pero es un proceso en el que hemos de embarcarnos ya. Pero el problema lo tenemos ahora. ¿Qué hacer ahora para solucionar el incipiente déficit? Desde luego no lo que se plantea, no pueden ser los que menos tienen los que paguen el pato. Lo hemos de pagar entre todos, cada uno con lo que pueda, pero lo que no puede ocurrir es que sean los que más tienen los que salgan de la crisis sin notarlo, sin aportar nada.
Al final, la economía no mejora por regalar 400€ a cada trabajador, ni por dar 2.000€ por la compra de un coche, 2.500€ por tener un niño, dos bombillas de bajo consumo… No. Así no se consigue nada más que dilapidar el dinero que ahora nos falta. Al que cobra 5.000€ anuales, 34€ más al mes -aproximadamente los 400€ en doce meses- no le suponen nada, y sería más correcto darle 800€ al año al que cobra 700€ al mes, igual que la medida de los 2.500€…
Nadie pondrá el grito en el cielo cuando anuncien las primas que se llevarán los jugadores de la selección si ganan el mundial. Ganar la Eurocopa de 2008 nos costó 0,32€ a cada español, pero eso no lo dirá nadie. Es más fácil congelar a los pensionistas sus 700€, y la paga de sus nietos, sus regalos de reyes, de cumpleaños, su día a día, que subir a un 5% -con subirla sólo a un 5% llegaría- la tributación de las SICAV. Es más fácil bajar un 5% de sueldo a los funcionarios que despedir a toda una serie de acólitos con grandes cargos y puestos: ministerios, cargos de confianza, sociedades, fundaciones…
Desmedidas… que aunque así sean, ojalá sirvan para salir del sinvivir. Y es que los que estamos en las clases medias nos conformamos siempre con poco.
Un saludo.
valdehelechos 